jueves, 3 de abril de 2008

4.3.2.

Ahora, esta noche, me ha acariciado, me ha pedido perdón, me ha dicho que soy una santa y él un bruto. Y que nunca se perdonará haberme hecho sufrir tantas y tantas noches. El viaje lo ha cambiado extrañamente. Ha estado fuera una semana, en no sé qué congreso al que asistió por cuenta de su empresa, al marcharse me soltó que por lo menos estaría una semana sin escuchar mi orquesta y que dormiría a pierna suelta. Eso es lo que me dijo. Y ahora, al volver, me pide perdón por todo lo que me ha hecho sufrir. Y por todo lo que he callado. Me comentó que podría haberle avisado de que él también roncaba, que no sabía si tan escandalosamente como yo, pero que roncaba toda la noche. Es cierto que ronca. Y que nunca se lo dije por no humillarlo. Pero ahora él sabe que ronca, y me pide perdón, y todo se ha arreglado. Y me abraza, y me dice que soy una santa y él un miserable.

jueves, 27 de marzo de 2008

4.3.1.



Ha estado fuera de casa una semana. Al volver, parece otro. Cuando nos acostamos, me ha acariciado con mucha ternura. Me dijo:
-No volveré a atormentarte con lo de tus ronquidos.Me ha extrañado que ahora se le ocurra esa idea. Desde que nos casamos -será más exacto decir desde un par de años después de habernos casado- suele despertarme, zarandeándome, varias veces cada noche:
-Ya estás roncando otra vez, roncando como una bestia; qué pena que no puedas oírte -gritó.
Y yo jamás hice otra cosa que pedirle perdón. Muchas veces me echaba a llorar, lo que servía para irritarle más aún, me decía:
-Cállate ya: primero, ronquidos y ahora, lloros. ¿Es que no voy a poder dormir tranquilo?
Así una y otra noche desde hace cinco años. Y yo nunca me quejaba, sólo le pedía perdón. Hasta fui al médico, a ver si eso de los ronquidos tenía algún remedio:
-No se puede arreglar -me afirmó el médico.

jueves, 28 de febrero de 2008

Viernes, 17 de agosto del 2007

Después de dos días de profunda meditación, he llegado a concienciarme de que no tengo otra alternativa que marcharme y dejarlo todo, ni que decir tengo que no me agrada mucho, mi corazón siente una enorme tristeza al abandonar a mi familia. Sé que tardaré algunos años en regresar, pero cuando lo haga, el reencuentro se me hará extraño. Ahora que he llegado a la conclusión de que mi vida no será nada estable, pues tendré que cambiar que lugar de residencia y trabajo cada poco, un aire de explorar y de investigar se adhiere a mi mente. Mis amigos me han ayudado a decidirme, me han dicho que es la oportunidad de mi vida y que no es para tanto.
Me asaltan las dudas. No sé si he decidido el camino conveniente para mí, pero ya no tengo vuelta atrás. Este oficio es el que me gusta, pero tengo miedo a lo desconocido y a aquello que todavía no he vivido, es obvio, suena un poco trágico, incluso se puede denominar tópico, pero es real.
Mientras escribo estas palabras me aseguro a mí misma de que estoy haciendo lo correcto, sí, me iré, sonreiré al futuro y nuevas experiencias se unirán a mis recuerdos.

jueves, 21 de febrero de 2008

Actividad 2 del diario personal

María tiene que abandonar todo lo que tiene, lugar de residencia, familia, círculo de amistades… Porque le han llamado para trabajar en la restauración de un fresco en una prestigiosa iglesia de Bélgica, donde tendrá que residir durante los próximos seis meses. Tiene ganas de empezar una nueva vida en un país extranjero aunque echará mucho de menos a sus padres, en especial a su padre, pues es con quien reside actualmente. Siente un poco de temor ante la perspectiva de abandonar a sus amigos, pues conservaba muchos de universidad y teme que se olviden de ella mientras esté fuera. No está muy a gusto ante la obligación de estar alejada tanto tiempo, pues si alguien cayese enfermo en su ausencia, no podría acudir tan rápidamente a su ayuda. Está un poco obsesionada y es muy aprensiva con ese tema. El idioma no es un problema muy grave, pues controla bastante bien el francés pero debe aprenderlo mejor, esto también le preocupa. Espera conocer a alguien especial mientras esté allí.

viernes, 15 de febrero de 2008

Descripción:

María Martín Fernández nació el 1 de septiembre de 1985 en Oviedo, Asturias. Vivió con sus padres en esta cuidad hasta que se separaron cuando tenía 6 años, desde entonces, vive con su padre en Gijón y, cuando era menor de edad, visitaba a su madre todas las navidades y todos los veranos. Su padre era arqueólogo y, aunque pasaba un tiempo considerable fuera de casa, no había nada ni nadie a quien quisiese más que a su hija, por ello, intentaba pasar todo el tiempo posible con ella. María estudiaba en un colegio privado, uno de los más reputados de la ciudad, sus notas eran inmejorables y, cuando acabó la ESO, eran todavía mejores, así llegó a la universidad, donde acabo de estudiar apenas unos meses, estudió Bellas Artes, ya que es su pasión y, dentro de estas, la restauración de frescos y de pinturas. En la actualidad, no está comprometida sentimentalmente.

En cuanto a su físico, es de complexión delgada, mide un metro con setenta y cinco centímetros y sus extremidades son largas debido a esta altura. Su piel es blanca con tendencia a quemarse en las exposiciones al Sol, ya que es muy difícil que se ponga morena. Su cabello es rubio como la tonalidad del oro y sus ojos, grandes y azules. Sus rasgos faciales son los que siguen: su cara es redondeada por la zona de los pómulos pero afilada en la zona de la mandíbula inferior, su nariz es más bien chata y sus labios no son excesivamente carnosos.

Su vestimenta informal consta de vaqueros de corte estrecho, sobre todo en la zona de los tobillos, zapatillas de deporte (las posee de todos los colores), y la mayoría de sus camisetas son de manga corta (excepto en invierno, claro, cuando son sustituidas por sudaderas y jerséis) y sus dos preferidas son unas que muestran en la parte frontal el nombre del grupo musical “Los Ramones”, ya que es su banda preferida. Casi siempre lleva su largo cabello suelto.

Su atuendo formal (que le aborrece), consta de una falda por la rodilla (tiene varias) de tonos oscuros, y una chaqueta que haga juego con la última, una camisa blanca, medias negras y zapatos de tacón también negros concluyen dicha vestimenta. En este caso, su peinado consta de un moño repeinado en lo alto de la cabeza (que también odia).

Su carácter se define como decidida y espontánea. Ante algunos problemas es bastante aprensiva, también es así cuando cree que tiene alguna enfermedad o está mala. Se preocupa mucho por los demás, a veces demasiado, no es para nada tímida y ante los demás se muestra fría para ocultar sus verdaderos sentimientos, porque no le gusta que la gente la acribille a preguntas del tipo: “¿Te pasa algo? ¿Te encuentras bien? ¿Pero de verdad que no te pasa nada?”. Aunque, como ya se ha escrito, es tímida, no le gusta demasiado relacionarse con la demás gente, con la justa, según piensa ella, es suficiente.

jueves, 7 de febrero de 2008

Diario

DATOS BIOGRÁFICOS

Fecha de nacimiento: 1 de Septiembre de 1985

Lugar de nacimiento: Asturias

Residencia actual: Gijón, Asturias

Nombre: María Martín Fernández

Sexo: Mujer

Estudios: Bellas Artes

Profesión: Restauradora

Experiencia: Estudios en un colegio privado

DATOS FÍSICOS

Estatura: 1,75

Complexión física: Delgada

Características del cabello: Rubia

Características de la piel: Blanca

Rasgos faciales: cara redondeada pero afilada en la zona de la mandíbula, ojos azules, nariz chata y labios normales.

Extremidades: brazos y piernas largas

Vestuario habitual: vaqueros, camiseta, una sudadera y playeros, esto es para su vestuario informal, su pelo lo lleva suelto. Para actos formales lleva un traje de falda azul oscuro con chaqueta del mismo color con zapatos de tacón a juego, de peinado, un moño.

RASGOS DE CARÁCTER, AFICIONES Y MOTIVACIONES

Es decidida y espontánea.

Es un poco aprensiva cuando se enfrenta a problemas.

Se preocupa demasiado.

Es fría y distante para los demás pero dentro de si misma se siente derrumbada ante algún conflicto.

Es poco social.

Le encanta su trabajo

Le gustaría ser reconocida por su habilidad dentro del diseño de interiores.

Le encanta leer y dibujar en su tiempo libre.

Descripción de un objeto

Su tacto es cálido y muy suave, su pelo puede ser rizado o liso, todo en él es acolchado, también tiene pequeñas partes frías que son las que le dan vida y ternura y, aunque no posee olor ni mucho menos sabor es enormemente dulce. Todos los niños poseen uno y siempre van abrazados a él.